¿El gato necesita tener acceso al exterior?
Es un tema controvertido y la respuesta no es simple. El acceso al exterior proporciona a los gatos la posibilidad de vivir a pleno su "naturaleza felina", mucho más de lo que se puede hacer dentro de una vivienda.
Los gatos pueden explorar, rascar, marcar con orina y cazar sin que esto suponga un problema para su propietario (Rochlitz, 2005). Sin embargo los gatos corren también algunos peligros cuando salen al exterior.
Los accidentes de tráfico son uno de los riesgos principales, junto con la mayor posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas y parasitarias (Rochlitz, 2003; Loyd et al., 2013). Este último riesgo se puede controlar en parte con desparasitaciones periódicas y con un buen plan de vacunación, sin embargo, los planes de prevención no protegen al 100% de infecciones y parásitos. Un gato que sale al exterior también se arriesga a encontrar en su camino perros u otros gatos, además de estar más expuesto al riesgo de envenenamientos o maltrato.
Los gatos que salen afuera también se pueden extraviar o perder con más facilidad, aunque son animales territoriales y suelen volver al lugar donde tienen comida, refugios y protección. Además, muchos gatos establecen fuertes lazos emocionales con sus propietarios y no tienen tendencia a alejarse. Sin embargo, puede ocurrir que un gato no pueda regresar a su casa aunque quisiera hacerlo. Por ejemplo, podría haberse hecho daño, haberse asustado por algo o haberse quedado atrapado en algún lugar cerrado.
También se puede dar el caso en el que el gato abandone su hogar si no se encuentra seguro, por ejemplo, debido a la difícil convivencia con otros animales o a la presencia de algún factor estresante en su casa.
Tips #1. Antes de dejarlo salir de casa es fundamental identificar al gato con microchip, pero aún así se tiene que tener en cuenta que habrá días que se harán muy largos en la espera de que el gato vuelva de sus vagabundeos.
Una manera para minimizar estos peligros es dando al gato acceso a una zona exterior segura, protegida de depredadores y otros gatos, y vallada de manera que no pueda alejarse. Otra opción consiste en sacar el gato al exterior con correa, siempre y cuando el gato haya recibido un entrenamiento para aceptarla.
Es recomendable que la a correa no esté nunca en tensión y se deje al gato ir a explorar por donde quiera (Ellis et al., 2013), y es que salir a pasear con un gato no tiene mucho en común con un paseo de perros. Además, incluso cuando se saca el gato de paseo con correa es preferible hacerlo en horas y lugares tranquilos, siendo un jardín privado la mejor opción.
Tips #2. Sacar el gato a pasear permite estimular al animal, pero para muchos gatos la estimulación es exagerada y la experiencia es más estresante que placentera. En estos casos organizar adecuadamente el interior de la casa puede ser la manera mejor de estimular la exploración del gato sin necesidad de salir al exterior.
Referencias bibliográficas:
- Ellis, S,L.H., Rodan, I., Carney, H.C., Heath, S., Rochlitz, I., Shearburn, L.D., Sundahl, E., Westropp, J.L., 2013. AAFP and ISFM Feline Environmental Needs Guidelines. Journal of Feline Medicine and Surgery 15, 219–230.
- Loyd, K.A.T., Hernandez, S.M., Abernathy, K.J., Shock, B.C., Marshall, G.J., 2013. Risk behaviours exhibited by free-roaming cats in a suburban US town. Veterinary Record 173, 295-301.
- Rochlitz, I., 2003. Study of factors that may predispose domestic cats to road traffic accidents. Veterinary Record 153, 549–553.
- Rochlitz I., 2005. A review of the housing requirements of domestic cats (Felis silvestris catus) kept in the home. Applied Animal Behaviour Science 93, 97–109.